Anna Hotel Praga

La habitación es amplia y cómoda, con un buen servicio de limpieza diario. Hay sitios para comer y tomar cerveza en la zona. El desayuno es variado, con opciones como café, huevos y frutas. La ubicación es perfecta, cerca de los principales lugares turísticos, pero en una zona tranquila. El personal se esfuerza por comunicarse en inglés.

Mi estancia en Anna Hotel fue maravillosa. Buscaba una ubicación conveniente y este hotel estaba perfectamente situado en el mapa turístico. Estaba lo suficientemente cerca de todo sin estar en medio del bullicio del centro. El desayuno era excelente y la señora encantadora que nos atendía cada mañana era muy amable. La limpieza de la habitación y la reposición diaria de los artículos básicos fue muy satisfactoria. La habitación era amplia y el baño era genial, con una ducha agradable y caliente. El hotel estaba tranquilo y no se escuchaba ningún ruido proveniente de otras habitaciones. Además, había otros huéspedes españoles, lo que animaba el ambiente durante el desayuno. Si volviera a Praga, sin duda elegiría el mismo hotel.

Recomendaría a todos este lugar.

El hotel está ubicado en una zona tranquila de la ciudad, cerca del centro y bien comunicado con el transporte público. Hay metro y líneas de tranvía que te llevan fácilmente a cualquier punto de la ciudad. Además, hay muchos bares, restaurantes y tiendas en los alrededores, lo que hace que sea conveniente para explorar la ciudad.

Algunas veces hubo falta de limpieza en las habitaciones y el baño.

La ubicación de este lugar es perfecta. Está justo al lado de una parada de tranvía y a solo dos paradas del centro. Además, se encuentra en una zona muy tranquila en Praga 2.

Recomendaría este hotel a otros.

Ubicación ideal, desayuno completo y amable atención, habitación amplia y cómoda, tranquilidad del hotel, buena comunicación con transporte público.

Nada de nada.

El Hotel Anna en Praga nos brindó una estancia placentera de cuatro noches. Primero, su ubicación en una zona tranquila de la ciudad fue ideal, cerca de una parada de tranvía que nos permitió desplazarnos fácilmente por Praga. Además, las habitaciones estaban bien equipadas, con aire acondicionado y camas cómodas, y disfrutamos de unas hermosas vistas desde nuestra habitación. Otro punto destacado fue el buen baño en la habitación, con todas las comodidades necesarias. Por último, el desayuno incluido fue variado y satisfactorio, con una amplia selección de opciones calientes y frías.

Todo estuvo excelente.

Mi estancia en el hotel fue realmente agradable. Aunque el hotel no está en el centro, está cerca de una parada de metro y de tranvía, lo que facilitó mucho mis desplazamientos por la ciudad. El personal del hotel fue muy amable y pudimos comunicarnos sin problemas, a pesar de no hablar español. Las habitaciones eran acogedoras, limpias y con baños modernos. Aunque tuve que pagar un extra por el aire acondicionado, en general todo fue correcto. El desayuno también estuvo bien y pude disfrutarlo en un ambiente tranquilo.